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"La preparación para el viaje se basa en la experiencia acumulada en investigación"

El osornino Maximiliano Vergara estuvo hace unos días en la Antártica, como miembro de una expedición en un rompehielos norteamericano, cuya misión es estudiar la vida de las especies marinas que viven en ese continente.

Este científico de 28 años es casado y tiene dos niños, uno de cuatro y otro de siete meses; y aunque nació en Concepción, vive en Osorno desde antes de los 2 años, es ex alumno del Liceo Carmela Carvajal y biólogo marino de la Universidad de Los Lagos (ULagos). Actualmente es estudiante y candidato a doctor del Doctorado en Ciencias de la Acuicultura y tesista del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro Ideal) de la Universidad Austral de Chile.

Importancia


-¿Cuál fue el propósito de su viaje a la Antártica?

  • Participé en el quinto y último crucero de invierno del Programa AMLR (Antarctic Marine Living Resources) de investigación científica del NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) a bordo del Rompehielos Nathaniel B. Palmer, de la National Science Foundation USA (Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos) y el objetivo del programa fue estudiar las condiciones en las cuales se encuentran los principales recursos vivos de la península Antártica.


-¿Cuáles son los principales recursos que hay allí?

  • Dentro de éstos destaca el krill, que es un crustáceo que sirve de base alimenticia de muchas especies de vertebrados, los mamíferos y aves marinas y, por primera vez, gracias a la colaboración originada con el doctor José Luis Iriarte, de la Universidad Austral, se midió la productividad primaria en invierno en la Antártica, mediante el uso de un moderno fluorómetro que permite medir la actividad fotosintética del fitoplancton (micro algas), para así estimar el estado fotofisiológico de estas pequeñas algas que son la base de todo el sistema trófico en la Antártica.


-¿La investigación se dedica solo a las especies vivas o también a otro tipo de recursos?

  • Adicionalmente tomé muestras de alcalinidad total para así observar las condiciones químicas que se presentan en esta remota región durante el invierno, para también estudiar el sistema de carbonato de los mares antárticos, que es el sistema que determina la disponibilidad de carbonato de calcio necesario para formar las conchas y estructuras óseas tanto de invertebrados como vertebrados.

-¿Cuánto territorio abarcará el estudio?

  • El área de estudio comprendió una superficie superior a 106.000 kilómetros cuadrados que abarca desde el este de las islas Elefante y Clarence hasta el oeste del Estrecho Gerlach, pasando por todo el estrecho Bransfield. Esta expedición fue una oportunidad única para estudiar la península Antártica y sobre todo en invierno, por el difícil acceso y las purísimas condiciones, que hacen de esta una de las pocas expediciones de este tipo.


-¿Quienes lo acompañaron en esta expedición?

  • Fue liderada por el doctor Christian Reiss (NOAA) y en ella participaron alrededor de 25 científicos, principalmente de Estados Unidos, más dos biólogas peruanas, dos chilenos, yo y la química Paola Reinoso, de la Universidad Católica, una asistente alemana del AWI (Alfred Wegner Institute) y un observador y biólogo de The PEW Foundation.


-¿Cómo fue que llegó a integrar el crucero?

  • En general me aceptaron ir al crucero, ya que los investigadores están seguros que los nuevos datos que se recojan en esta expedición serán de mucha utilidad para comprender mejor el funcionamiento de un ecosistema tan dinámico, complejo y de difícil estudio.


-¿Qué fue lo más difícil de la experiencia?

  • Comprender que las actividades que realizamos normalmente pueden ser mucho más complicadas. Por ejemplo, lanzar un instrumento al agua y recuperarlo, si hace mucho frío y viento, el cable se congela inmediatamente y comienza a salir a la superficie. Tirar de él con las manos es todo un desafío, o también trabajar muestras de agua que están congeladas literalmente, a -18 grados.


-¿Cómo fue la preparación previa para llegar a esta expedición ?

  • La preparación se basa en toda la experiencia que he acumulado en investigación, además de que afortunadamente puedo hablar inglés, que es lo más aconsejable, ya que en el barco está todo escrito en ese idioma.

 

Familia e invitación


-¿Fue muy difícil estar en un lugar tan inhóspito lejos de su familia?

  • Siempre es difícil, pero teníamos acceso a teléfono satelital en incluso un poco de internet, eso sí, eran solo unos pocos megas al día.


-¿El trabajo y la experiencia vivida será presentada próximamente?

  • El 1 de septiembre, a mi regreso, ya realicé una presentación en el Instituto Chileno Antártico en Punta Arenas, pero seguramente deberé volver a hacerlo en otro lugar.


-¿Podría ser en Osorno y a un público como escolares?

  • Donde sea. Una cosa que siempre critican a los científicos es que nuestro trabajo no se divulga lo suficiente. Así que si me invitan, estaré muy contento de aceptar.

 

"Lanzar un instrumento al agua y recuperarlo, si hace mucho frío y viento, el cable se congela inmediatamente y comienza a salir a la superficie. Tirar de él con las manos es todo un desafío".

 

Fuente: Austral Osorno